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MANTEROS

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cada año la población de inmigrantes subsaharianos en Europa aumenta en unas 100.000 unidades, aunque África es uno de los continentes con el mayor número de recursos naturales del mundo. Desde la esclavitud este continente vive una historia de ocupación territorial y descolonización económica capitalista. Si es fácil entender por qué los subsaharianos arriesgan sus vidas para entrar en Europa, entender la vida que van a llevar una vez llegado lo es menos. 

Cuando llegan, se encuentran frente a una realidad muy diferente de la que se imaginaban. Ante la falta de oportunidades por las condiciones en las cuales viven por estar sin papeles, muchos deciden dedicarse a la venta ambulante. Muchos se ven obligados a defenderse ante el racismo, la persecución y la criminalización. En 2015 en Barcelona, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida del colectivo de vendedores y vendedoras ambulantes y regularizar su permanencia en Europa como colectivo migrante, nace la Asociación sin ánimo de lucro del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, creando también su propia marca: TOP MANTA. 

Aunque han sido víctimas de racismo y condenados por una Ley de extranjería, el mismo Colectivo, durante la explosión de Covid 19, en pleno confinamiento toman una iniciativa solidaria, y empiezan la producción de mascarillas, difíciles de encontrar y repartir comida a la comunidad de Barcelona. Al final del mismo año el mismo taller donde se han producido ha visto ejecutado el desahucio por parte de la Caixa. 

“La venta ambulante es una actividad digna y sobrevivir no es delito, somos gente de paz”. Oumy, exponente del sindicalismo. 

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